No suelo llegar tarde a los partidos de mi hijo y mucho menos, faltar, pero hoy mis obligaciones laborales han hecho que me haya perdido gran parte del primer encuentro internacional de mi hijo. Sí, parece raro, pero así es, nuestros hijos han abierto fronteras y escapándose de la insularidad de nuestro territorio se han enfrentado a un equipo de tierras lejanas, a un equipo inglés. El encuentro transcurrió sin muchos problemas para nuestra escuadra, pues creo haber entendido que la edad de nuestros adversarios era menor que la de nosotros, por lo que el equipo técnico decidió que interviniesen los jugadores de la escuela, circunstancia ésta que nos ha servido para poder valorar el potencial que podemos tener para el próximo año en esta categoría de benjamines.
Todo esto no tendría mayor importancia si no fuera por la conversación que, tras el encuentro, mantuve con mi hijo, quien a la pregunta de “¿cómo te lo has pasado?”, me responde con sonrisa franca y con pecho inflado “ muy bien papi, me ha encantado conocer gente que jugaban totalmente diferente a nosotros”, ” eran pequeños pero muy buenos “, “ eso de conocer gente de otras partes está muy bien “, ... Bueno es evidente que mi hijo había disfrutado y eso, en esencia, es el deporte, la posibilidad de pasarlo bien en compañía de un grupo de personas que "antes de" eran desconocidos y "después de" ya son amigos.
Por esto y por otras muchas cosas, no puedo dejar de agradecer la labor de quienes han hecho posible que nuestros hijos hayan disfrutado del deporte, hayan disfrutado del fútbol.
Muchas Gracias compañeros.
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